En búsqueda de una identidad para la arquitectura angoleña: entrevista con Grupo BANGA

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Puede que el momento nunca haya sido más favorable para invertir nuestras energías en proyectos virtuales. Después de todo, estábamos parcialmente privados del contacto con el mundo concreto de las cosas. Explorando la particularidad del momento actual y el poder del compromiso en Internet, un grupo de arquitectos y arquitectos en África inició un proyecto ambicioso: buscar una nueva identidad para la arquitectura angoleña.

Integrado por Yolana Lemos, Kátia Mendes, Mamona Duca, Elsimar de Freitas y Gilson Menses, el Grupo BANGA es responsable del proyecto Cabana de Arte, que une los esfuerzos de jóvenes arquitectos y artistas de Angola en obras virtuales que, por un lado, buscan dar visibilidad a los profesionales emergentes y, por otro lado, acercar la arquitectura a la vida cotidiana de las personas.

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Romullo Baratto (RB): ¿Podrían contarnos un poco sobre las motivaciones que llevaron a la creación del grupo BANGA y qué les llevó a desarrollar Cabana de Arte?

Grupo BANGA (GB): El grupo BANGA es una iniciativa de jóvenes arquitectos y arquitectas angoleñas que, estimulados por la riqueza cultural de Angola, decidieron unir fuerzas para producir y contribuir no solo a la arquitectura nacional, sino a las artes en general. Había un deseo en nosotros de difundir el arte y la arquitectura angoleños, de dar a conocer a nuestros artistas y arquitectos emergentes en el mundo profesional. Nuestro enfoque siempre será la exaltación de lo angoleño, de lo que Angola representa.

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Cabana de Arte, a su vez, surge como uno de los proyectos base del grupo, combinado con uno de los principales motivos que llevaron a su formación: la promoción de jóvenes artistas, arquitectas y arquitectos angoleños. Como arquitectos y angoleños, la preocupación por el futuro (y el presente) de la arquitectura nacional es un consenso generalizado. La identidad arquitectónica en Angola es un tema que lleva mucho tiempo sobre la mesa entre la comunidad de arquitectos y pensadores. Sin embargo, sentimos que es importante no solo hablar del tema, sino actuar con soluciones prácticas, creyendo que lo que cambia el mundo son las acciones. Mostrar la fuerza, principalmente, de la comunidad de jóvenes arquitectos nacionales, solo es posible si unimos fuerzas y colaboramos entre nosotros, a partir del intercambio de experiencias.

Otro factor que nos impulsó a crear este proyecto fue el hecho de que entendemos que las artes no pueden separarse de la arquitectura, especialmente cuando buscamos una identidad. Deben ser aliados para ayudar a encontrar un camino. Así el grupo decidió que el espacio virtual sería una herramienta interesante a explorar y quizás más fácil en la difusión y visualización de las exposiciones que unen el trabajo de estos arquitectos y artistas. Queremos llevar el arte nacional a los hogares de las personas, de una manera fácil, interactiva y rápida.

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RB: El proyecto Cabana de Arte es simbólico porque materializa visiones en el mundo virtual que enfrentarían muchas dificultades antes de concretarse en el mundo concreto. ¿Ven lo digital como una posible alternativa a la producción arquitectónica angoleña y, en mayor medida, africana?

GB: El proyecto surge en medio de una situación anormal para el mundo, donde la pandemia Covid-19 tomó a todos por sorpresa. Así, el medio virtual no era solo una opción, sino la única opción disponible en este momento. También fue la opción más "económica", ya que los proyectos tienen un costo de construcción "cero", pero mantienen la misma profesionalidad, la calidad arquitectónica, visual y artística que se espera al construir un edificio.

También creemos que el mundo virtual es una alternativa interesante para ver la arquitectura o interactuar con las artes en general. Sabemos que esto no reemplaza la emoción de conocer y habitar un espacio, el recuerdo de un toque, un olor, una percepción. Creemos que son cosas que el mundo virtual aún no proporciona. Sin embargo, es una herramienta que debe explorarse y que resulta esencial en el diseño, la difusión y el intercambio de la arquitectura angoleña y africana.

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Es interesante pensar que en unos pocos clics podemos conocer más sobre un lugar, una idea, un artista. Es en este sentido que encontramos interesantes las exposiciones virtuales, donde, desde cualquier parte del mundo, conocemos las historias de los angoleños y qué tienen que contarnos. Por otro lado, la interacción entre arquitectos y artistas ha sido interesante, aunque desafiante, ya que no es fácil transmitir todos los ideales a las personas en un espacio virtual. Sin embargo, cuando logramos superar esta barrera y entendemos que al no ser un espacio real que deba respetar las leyes de la física, las exposiciones trascienden a otro nivel, donde podemos arriesgarnos y explorar soluciones. A BANGA le interesa trasladarse a lo físico, sin embargo, hasta que no haya medios y soportes que transformen los proyectos en obras físicas y habitables, el mundo digital es un gran medio de difusión de la arquitectura.

RB: Pero, en este sentido, ¿cómo ven y abordan como grupo el problema del acceso a Internet?

GB: El tema del acceso a Internet es muy relevante. Somos conscientes de que todavía la mayoría de la población de Angola no tiene acceso rápido y fácil a ella. Las actividades, proyectos y ensayos que lleva a cabo el grupo se realizan o difunden a través de nuestra web y redes sociales, impidiendo así el acceso a los contenidos por la gran población angoleña. Considerando las condiciones de la población general del país, esta es una barrera. Creemos que esto se puede superar con el tiempo, ya que nuestra intención es que las exhibiciones salgan de la pantalla a la vida real, siendo accesibles a todos los estratos sociales del país.

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Los planes de futuro del grupo se enfocan en actuar localmente, directamente con la población en proyectos participativos e inclusivos. Uno de los objetivos del grupo es permitir que los contenidos sean consumidos por todos los estratos sociales, virtuales o físicamente. El aspecto físico se está estudiando en proyectos futuros. Hasta entonces, hemos trabajado mucho en la difusión, para que las exposiciones lleguen al mayor número de personas posible.

RB: Conocemos la influencia del modernismo en la arquitectura de Angola en el siglo XX y, en contraposición a ella, vemos las obras virtuales de arquitectura que viene desarrollando el grupo, que pasan por la herencia vernácula. En este sentido, parece que la identidad (o las diversas identidades) de la arquitectura nacional angoleña, que ustedes buscan y comentan, pasa(n) por lo vernacular. ¿Podrían contarnos un poco sobre eso?

GB: Necesitamos entender que tanto la arquitectura vernácula, como la arquitectura de influencia modernista y construida en la época colonial son legados arquitectónicos para Angola. Para el grupo, el camino hacia una identidad en la arquitectura angoleña contemporánea radica en reunir lo mejor de ambos mundos y aprender del pasado. El hecho de que, hasta el momento, la mayoría de los proyectos presentados en las seis exposiciones se hayan centrado en la arquitectura vernácula, demuestra la voluntad de los arquitectos nacionales de valorar nuestras técnicas tradicionales de construcción, así como los materiales locales.

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Los proyectos modernistas desarrollados en Angola a mediados del siglo XX fueron fundamentales para reflexionar sobre temas intrínsecos al país. No podemos dejar de reconocer que estos edificios han marcado la historia de la arquitectura producida en Angola y cuyas cuestiones planteadas son pertinentes al día de hoy.

Lo mismo podemos decir de la arquitectura vernácula, agregando que el uso de materiales locales, baratos y de fácil acceso nos acerca aún más a una arquitectura de identidad, buscando la inclusión, la identificación y el compromiso comunitario. Los elementos vernáculos permiten cerrar la brecha entre lo que es verdaderamente de Angola y lo que será la arquitectura angoleña contemporánea. Entonces podemos decir que la arquitectura vernácula está ligada a la noción de "identidad" que se pretende lograr, es decir, la arquitectura debe ser el resultado del lugar, las personas y la historia. Pero sabemos que este es un proceso largo que implica mucha investigación y trabajo.

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RB: La proyección de crecimiento urbano de las ciudades en África es asombrosa y no deja lugar a dudas: el futuro del planeta es urbano y africano. ¿Qué imaginan para el futuro (que ya está en marcha) de la arquitectura en Angola?

GB: Como angoleños y arquitectos, esperamos poder contribuir y ver el desarrollo a gran escala de la arquitectura nacional. La identidad es un factor importante para nosotros, por eso buscamos pautas para el futuro en el pasado. Lamentablemente, en la actualidad vemos el crecimiento de ciudades en Angola, particularmente Luanda, con gran influencia de realidades que no nos pertenecen. Somos víctimas de la globalización, la corrupción y la mala gestión de nuestros recursos. Creemos que el arquitecto tiene un papel fundamental en el futuro de las ciudades, pero en un contexto africano, todavía no hemos ganado suficiente voz para eludir intereses políticos abiertos. Se trata de una barrera a superar, no solo en el ámbito de la arquitectura. Por ello, es muy importante que la comunidad de arquitectos, además de debatir lo que está mal, poco a poco empiece a andar un camino y abra puertas para que las próximas generaciones tengan referentes y se identifiquen con la arquitectura construida en el país hoy. Este es un trabajo que no es fácil y que requiere más iniciativas, investigaciones, investigación y apoyo.

Tenemos una rica historia y cultura, la pregunta es ¿cómo aprovechamos este patrimonio hoy? Si nos paramos a pensar, en la actualidad, no tenemos muchas referencias nuevas dentro del ámbito de la arquitectura nacional contemporánea (construida). Las referencias siguen siendo la arquitectura modernista del siglo XX (diseñada por portugueses en la época colonial) o la arquitectura vernácula (sin menospreciarlas, ya que siempre serán referencias). Creemos que este hecho tiene mucho que decir sobre el estado actual de nuestra arquitectura.